Preparación para huracanes: comienza a planificar ahora
Los Estados Unidos todavía puede estar tambaleándose por los efectos de la pandemia de COVID-19 cuando ocurra otra catástrofe. La próxima temporada de huracanes presenta desafíos sin precedentes para los administradores de emergencias y los funcionarios del gobierno estatal, local, tribal y territorial. Mientras se preparan ante una amenaza de desastre natural de manera simultánea deben responder a la crisis de salud pública y tratar de reabrir la economía.
Esta semana es la semana de concientización sobre huracanes. Los huracanes son uno de los fenómenos naturales más destructivos, por lo que es vital crear conciencia y prepararse hoy en el caso de que se produzca una gran tormenta esta temporada.
Huracán 101
Los huracanes, también conocidos como ciclones tropicales, son sistemas de tormentas giratorias que se forman sobre aguas oceánicas tropicales y cálidas. Aunque los huracanes no siempre tocan tierra, pueden causar una devastación generalizada cuando lo hacen. Los huracanes producen fuertes vientos y lluvias fuertes que pueden causar graves daños por los vientos e inundaciones, así como una marejada ciclónica que ocurre cuando los niveles de agua de mar aumentan debido a los vientos de una tormenta que empujan el agua hacia la orilla. Según la NOAA, el 40 por ciento de la población total de los Estados Unidos vive en condados costeros, muchos de los cuales están a menos de diez pies sobre el nivel medio del mar, lo que hace que la marejada ciclónica sea extremadamente peligrosa y mortal.
Una vez que un huracán llega a tierra, su impacto varía según su tamaño y fuerza. Los huracanes se clasifican según la velocidad del viento, siendo la Categoría 1 la más débil con vientos entre 74 y 95 mph y la Categoría 5 la más fuerte con vientos sostenidos que alcanzan más de 157 mph. Un huracán se debilita a medida que avanza por la tierra; sin embargo, la fuerza de la tormenta aún puede ocasionar daños significativos a edificios y propiedades.
Temporada de huracanes 2020
En esta temporada de huracanes, que va del 1 de junio al 30 de noviembre, los meteorólogos predicen una actividad de huracanes superior al promedio en el Atlántico. “AccuWeather” ha pronosticado de 14 a 18 tormentas tropicales con nombre esta temporada, y espera que aproximadamente la mitad de ellas se conviertan en huracanes y tormentas potencialmente.
Además de esta amenaza anual de los huracanes, ahora se enfrentan a la incertidumbre de cuándo estará disponible una vacuna para el COVID-19. El potencial de que ocurra una segunda ola de COVID-19 durante la temporada de huracanes hace que sea probable que las áreas vulnerables a un huracán enfrenten el desafío de responder a dos desastres a la vez.
La pandemia plantea muchas preocupaciones sobre cómo responder a un posible huracán mientras se mantienen las pautas de distanciamiento social y se protege a los más vulnerables. El personal de manejo de emergencias está trabajando para aumentar la preparación de las áreas en riesgo y establecer un plan en caso de que la tormenta perfecta de un huracán y el virus choquen.
La evacuación y el refugio de los residentes en caso de amenaza de huracán, necesitará seguir las pautas de distanciamiento social y sanitarias establecidas por los Centros para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE. UU. para evitar la propagación del coronavirus. Los planes de emergencia requieren incluir cómo evacuar de manera segura los hospitales y transportar a los pacientes infectados o vulnerables a instalaciones alternativas. ¿Es el tiempo adicional un factor o una necesidad? La planificación también debe considerar cómo mantener una fuerza de emergencia para trabajadores de emergencia y esenciales (por ejemplo, operadores eléctricos y técnicos de línea). Estos planes requieren tener en cuenta los costos adicionales del equipo de protección personal (PPE, por sus siglas en inglés), los suministros de prueba, el personal adicional y el tiempo adicional para realizar pruebas específicas y llevar a las personas a un lugar seguro sin poner en riesgo su salud en una situación que pone en peligro la vida.
Prepárate ahora
Como con cualquier emergencia, el mejor momento para prepararse para un huracán es antes de que ocurra. Aunque los huracanes afectan principalmente a las costas, una gran tormenta puede impactar también en las zonas del interior con fuertes vientos y fuertes lluvias.
Las familias pueden comenzar a planificar ahora utilizando una lista de verificación de huracanes, como las proporcionadas por la Iniciativa nacional de supervivencia de huracanes y siguiendo la orientación de las listas por Ready.gov. Es importante hablar sobre los huracanes con miembros de la familia y qué hacer si ocurre uno. Comience el proceso de planificación ahora. Todas las familias y las personas deben tener al menos un suministro para tres días de alimentos no perecederos y agua, así como artículos esenciales entre ellos baterías y un botiquín de primeros auxilios a la mano. Es importante mantenerse al día sobre las advertencias de huracanes y escuchar la estación Meteorológica de NOAA o visitar su sitio web para obtener actualizaciones sobre el movimiento de un huracán, así como prestar atención a las advertencias o anuncios de los funcionarios locales.
Es vital que las personas estén conscientes y observen la trayectoria del huracán para determinar si corren el riesgo de verse afectados. Un desalojo puede ser necesario según la gravedad de la tormenta. Las personas deben escuchar a los funcionarios locales para determinar si se requiere desalojar y deben estar familiarizados con las zonas y rutas de desalojo.
Las personas que son evacuadas o deben ir a un refugio comunitario o colectivo deben seguir las precauciones de seguridad de los CDC para salvaguardar su salud. Es posible que se requiera que las mascarillas faciales y los suministros de limpieza o sanitarios sean llevados a los refugios por individuos. El distanciamiento social se debe mantener para reducir las posibilidades de contagiarse y propagar el coronavirus en espacios confinados.
Si a las personas se les permite quedarse en casa, se recomienda que tengan un plan de emergencia y suministros a la mano para protegerse a sí mismos y a su familia. Se deben retirar los muebles exteriores, limpiar los desagües e instalar tormenteras para proteger contra fuertes lluvias y vientos. El Centro de Iniciativa Nacional de Supervivencia de Huracanes, recomienda que las personas almacenen artículos esenciales con anticipación y verifiquen su póliza de seguro para asegurarse que su propiedad esté cubierta.
Es importante comprender los riesgos asociados con los huracanes y tener un plan para estar preparado en caso de emergencia.
Para obtener más información sobre huracanes y preparación, visite:
- Listo: https://www.ready.gov/es/huracanes
- El Centro Nacional de Huracanes y el Centro de Huracanes del Pacífico Central: https://www.nhc.noaa.gov/
- Cruz Roja: https://www.redcross.org/cruz-roja/obtener-ayuda/tipos-de-emergencias/huracanes.html
- Iniciativa nacional de supervivencia de huracanes: https://hurricanesafety.org/